Monterrey. - Al enterarse que tendrían un hijo, Verónica del Carmen Pascual y José Luis Arévalo se llenaron de emoción ante la idea de convertirse nuevamente en mamá y papá. Cuando el embarazo avanzó, Verónica se realizó su primer ultrasonido, el cual no arrojó los resultados que esperaba.

 Al practicarle el ultrasonido, su médico descubrió que el bebé padecía mielomeningocele, un tipo de espina bífida, en el cual la columna vertebral y el conducto raquídeo no se forman con normalidad durante el embarazo. Aunque Verónica y José Luis recibieron este diagnóstico, no sabían en qué consistía el padecimiento de su hijo, por lo que buscaron ayuda en otros hospitales de Nuevo Laredo, Tamaulipas, su ciudad de origen. Finalmente, a los ocho meses de embarazo, durante una consulta médica, les explicaron a detalle el padecimiento de su bebé.

Así, se enteraron que su bebé podía nacer bien, sin embargo, tendría que ser sometido a una cirugía de urgencia para disminuir el riesgo de infección ante la exposición medular y, de esta manera, evitar que la vida de su hijo estuviera en riesgo. En la búsqueda de atención médica oportuna, Verónica y José Luis viajaron a Monterrey, donde recibieron apoyo para el nacimiento de su hijo en un hospital de la ciudad. El domingo 30 de agosto, Verónica dio a luz a su hijo, a quien llamaron Andrew. Con el apoyo de más personas preocupadas por el bienestar de Andrew, Verónica y José Luis conocieron al Dr. Jorge Humberto Guajardo, neurocirujano en CHRISTUS MUGUERZA Hospital Alta Especialidad, quién les explicó los siguientes pasos para el bienestar de Andrew y les habló del programa de cirugías gratuitas que CHRISTUS MUGUERZA brinda a personas en situación vulnerable.

Verónica y José Luis junto a Andrew.

Gracias a este programa, el martes 1 de septiembre, Andrew fue traslado a Hospital Alta Especialidad, donde el Dr. Jorge Humberto Guajardo le practicó una cirugía para reparar el defecto congénito, la cual consistió en regresar el tejido nervioso dentro del organismo y cerrar la piel. Durante este procedimiento participaron alrededor de 10 personas entre personal de enfermería de terapia neonatal, enfermeras quirúrgicas y residentes de anestesiología. Además de poner a disposición de la familia la capacidad instalada en terapia neonatal y quirófano, así como brindar los insumos necesarios durante y después de la cirugía, CHRISTUS MUGUERZA también apoyó con un traslado especial del paciente a través de una ambulancia del Sistema de Asistencia Médica Inmediata. 

 Tras la cirugía, la evolución de Andrew fue favorable y pudo regresar con su familia tres días después de la operación. Ahora, Andrew está listo para continuar con su recuperación al lado de sus padres. Al vivir esta experiencia, Verónica está convencida que, sin duda, hay muchas personas dispuestas a ayudar sin recibir nada a cambio, personas a las que ella llama ángeles y que han hecho posible que, hoy, su hijo tenga la posibilidad de tener una mejor calidad de vida. “Hay mucha gente buena, muchos ángeles y sin su ayuda no lo hubiéramos podido operar (a Andrew). Gracias a Dios y a CHRISTUS MUGUERZA nuestro niño va bien. Se lo agradecemos mucho y al hospital, no terminaríamos de agradecerles”, expresó.