Monterrey. – Su gran vocación como médico neumólogo, llevó a Luis Alberto Méndez a brindar atención médica a pacientes sospechosos de COVID-19 en un hospital de Monclova, Coahuila. Con el paso de los días, la incidencia de casos por Coronavirus SARS-CoV-2 siguió en aumento y pronto alcanzó al personal médico.

Algunos médicos que eran compañeros de Luis, pronto, comenzaron a ser sus pacientes y él los cuidaba y hacia lo posible por mantenerlos con vida. Estar en primera línea de batalla ante el COVID-19, provocó que Luis contrajera la enfermedad y empezó a padecer síntomas graves por este virus.

Tras padecer dichos síntomas, la salud de Luis, de 60 años de edad, se redujo gravemente, por lo que él y su familia tomaron la decisión de viajar a Monterrey y buscar atención médica en CHRISTUS MUGUERZA Hospital Alta Especialidad.

Cuando llegó al hospital, Luis sólo tenía un 17% de probabilidad de vivir, pero su fe y esperanza por salir adelantes, así como el apoyo y las oraciones de su familia, le daban fuerzas para salir adelante y encontrar el alivio.

Por su parte, el personal médico y de enfermería de Hospital Alta Especialidad, trabajó incansablemente para lograr la estabilidad de Luis. De inmediato fue hospitalizado en terapia intensiva, donde requirió de ventilación mecánica. Con el paso de los días, Luis fue recuperando su fuerza y, tras 14 días de internamiento, regresó a su casa en Monclova.

Al término de su estancia en el hospital, el personal clínico lo despidió entre aplausos y mensajes de felicitación, a los que él agradeció emocionado y dispuesto a aprovechar esta nueva oportunidad de vida.

“Es un ejemplo de lucha, estamos muy felices de haber podido contribuir en esta lucha contra esta enfermedad. Es, además, una motivación para todo el personal del hospital y obviamente su familia que no ha dejado de apoyarlo”, le expresó Juan José Álvarez Hoyt, director general de Hospital Alta Especialidad.

El camino para la rehabilitación de Luis ha iniciado. A la par, ha dado decenas de entrevistas a medios de comunicación en las que ha relatado su historia y menciona, ahora, entender su vulnerabilidad como médico y persona.

Luis ya no es sólo un médico, es un sobreviviente de COVID-19, que no deja de agradecer a quienes estuvieron con él y que con su fe lo ayudaron a obtener esta segunda oportunidad de vida al lado de su esposa y tres hijos.