Ejercicio durante el embarazo ¿es posible?

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Una de las principales dudas que se originan durante el embarazo es conocer si es recomendable hacer ejercicio físico, esto dependerá del tipo de actividad que se practique y sobre todo del estado de Salud con el que cuenta la futura mamá y su bebé.

Se ha demostrado que practicar ejercicio ofrece amplios beneficios tanto en la Salud de la mamá como en la del bebé, sin embargo, es importante informarse sobre qué ejercicios pueden realizarse cuando se está embarazada.

Los ejercicios apropiados para realizar durante el embarazo son aquellos que son calificados como de “bajo impacto”, es decir, aquellos que no necesitan de un gran esfuerzo físico para ser realizados,  por ejemplo:

Por el contrario, existen ejercicios que están contraindicados y que el realizarlos puede poner en peligro la estabilidad del bebé, por ejemplo:

  • Deportes de contacto como el futbol, baloncesto y hockey, ya que estos aumentan el riesgo de que la mujer sufra un traumatismo abdominal.
  • Deportes de alto riesgo de tener una caída, por ejemplo, el esquí, montar a caballo y la gimnasia.
  • Submarinismo
  • Ejercicios que impliquen alturas mayores a los 2 mil metros, por ejemplo el rápel y montañismo.

Practicar ejercicios de bajo impacto trae beneficios durante el embarazo, algunos de ellos son:

  • Prevención primaria de la diabetes gestacional.
  • Prevención de la hipertensión gestacional.
  • Garantiza partos a término, recién nacidos de más peso y mayor rapidez al momento del parto.
  • Menor riesgo de cesárea en pacientes nulíparas.
  • Menor tendencia a la depresión y a la ansiedad durante el embarazo y postparto.
  • Disminución de fatiga y náuseas.

Si estás embarazada, y ya decidiste iniciar con una rutina de ejercicios de bajo impacto te recomendamos los siguientes consejos:

  • Asegúrate de que tu rutina de actividad física sea segura y amena.
  • Los ejercicios deben promover la resistencia y la coordinación.
  • Procura hacer el ejercicio al menos tres veces por semana, esto es mejor que la actividad física ocasional e intensa, seguida de largos periodos de inactividad.
  • Comienza con ejercicios de intensidad muy leve y auméntalos de forma progresiva.
  • Evita movimientos bruscos, saltos e impactos corporales.
  • Evita actividades físicas que supongan:
  • Hacer ejercicios en los que se tenga que realizar un esfuerzo ya sea en posición boca arriba o boca abajo.
  • Ejercicios que impliquen realizar Maniobras de Valsalva, que es una técnica en la que se intenta exhalar aire con la boca y nariz cerradas.
  • Hacer ejercicios que impliquen el aumento de la temperatura.
  • Flexión o extensión excesiva de las articulaciones.
  • Movimientos bruscos.
  • La frecuencia cardiaca no sobrepase los 140 latidos por minuto.
  • Procura realizar ejercicios de calentamiento para prevenir lesiones musculoesqueléticas.
  • Recuerda que la actividad física intensa no debe superar los 15 minutos. Se puede reanudar tras un breve período de reposo.

Es importante que estés al pendiente sobre los siguientes signos de alarma que te ayudarán a darte cuenta sobre cuando finalizar el ejercicio durante el embarazo:

  • Sangrado vaginal.
  • Disnea de reposo.
  • Vértigos.
  • Dolor torácico.
  • Debilidad muscular.
  • Dolor en el pubis.
  • Dolor o quemazón en la pantorrilla.
  • Sospecha de pérdida de líquido amniótico.
  • Contracciones uterinas.
  • Disminución de movimientos fetales.
  • Hidratación correcta
  • Antes de iniciar una actividad física se debe de investigar la existencia de problemas médicos u obstétricos que la contraindiquen.

Sin duda, el ejercicio durante el embarazo es una gran fuente de energía y bienestar, sin embargo, recuerda consultar el tipo de actividad física que realizarás con tu ginecólogo, ya que él tendrá la mejor respuesta sobre cuidado que tú y tu bebé necesitan.

Etiquetas: Maternidad