Cuida el desarrollo neurológico de tu hijo en 4 pasos
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Un aspecto muy importante en todo niño sano es el desarrollo neurológico o neurodesarrollo, pero hablar sobre esto en forma breve no es fácil debido a lo complejo y a la gran cantidad de información que existe sobre este tema; sin embargo, existen varios puntos básicos que favorecerán a que se tenga un buen inicio del neurodesarrollo y signos de alarma, que pueden ser el indicador de un problema serio en el futuro.
Nuestro sistema nervioso o cerebro como comúnmente lo llamamos, no tiene una marca comercial como la tecnología, está hecho a partir de un diseño genético estándar y originalmente perfecto, listo para desarrollarse en forma progresiva. Desgraciadamente, existen muchos factores como la modificación del medio ambiente, la contaminación (del aire, tierra, agua, etc), la exposición a microorganismos, a fármacos y pesticidas, a drogas, a la tecnología y por supuesto los cambios en nuestra alimentación; que en conjunto, a través de los siglos, han modificado este diseño genético generando fallas en su estructura y funcionamiento, que nos han ocasionado trastornos del neurodesarrollo como los problemas de lenguaje, conducta, aprendizaje y el autismo, etc., así como enfermedades neurológicas como la epilepsia.
Hay muchas cosas que se pueden hacer para lograr tener un niño sano, estando dentro de los cuidados que favorecen al desarrollo físico y del sistema nervioso, lo siguiente:
- La alimentación
- La estimulación
- Evitar intoxicaciones y accidentes
- Cumplir con el esquema de vacunación
- Falta de contacto visual.
- Falta de firmeza o fuerza muscular.
- Retraso en el gateo o la marcha.
- Aparentar no escuchar o ser muy sensible a los sonidos o ruidos.
- Auto agredirse.
- Presentar irritabilidad, angustia o nerviosismo exagerado.
- Falta de atención.
- Alteraciones en el patrón de sueño.
- Fallas en el aprendizaje para la edad del niño.
- Presencia de conductas repetitivas sin sentido y movimientos anormales.
- Tener una alimentación irregular o muy selectiva.
- La falta de sonrisa social.
- Retardo y/o retroceso en el lenguaje.
- Llanto excesivo y sin motivo aparente.
- Falta de interés por los juegos, indiferencia o aislamiento.
- Fallas en la socialización con otros niños.
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