8 pasos a seguir en caso de una cortada

Por CHRISTUS MUGUERZA

Una cortada se trata de daños en las capas superiores de la piel que no provocan fuertes sangrados o hemorragias, no afectan órganos vitales, no son muy grandes y ocurren muy frecuentemente.

Las distracciones, prisas y cansancio son las causas más frecuentes de los pequeños accidentes dentro y fuera de casa. Cualquier persona puede sufrir un accidente que provoque una cortada, razón o herida leve, especialmente los niños. Aunque requieren atención menor, es importante saber cómo curarlas y evitar que se infecten

¿Qué hacer?
  1. Primero, lávate muy bien las manos antes de atender una lesión de este tipo.
  2. Lava la piel alrededor de la herida con jabón y agua hervida. Si hay mucha tierra, el jabón puede emplearse sobre la lesión aunque debe tomarse en cuenta que se puede dañar la piel.
  3. Quita con cuidado toda la tierra de la herida. Si la herida tiene un pellejo, levántalo y quita toda la tierra o suciedad.
  4. Se recomienda lavar la herida con agua fría y hervida, usando una jeringa o una perilla de hule.
  5. Si se trata de una herida por instrumento punzo cortante (como tijeras o cuchillos) que sangra, presiona a los lados sin lastimar la herida, mantén la presión por no más de 10 minutos.
  6. Te recomendamos desinfectar la zona aledaña de la piel con una torunda (o bola de algodón cubierta de gasa esterilizada) impregnada en solución antiséptica, sin que ésta penetre en la herida.
  7. Finalmente, cubre la región afectada con gasa esterilizada que permita la entrada de aire y, si lo consideras conveniente, venda con cuidado. Si la herida es muy pequeña, cubre con una vendita.
  8. Las astillas pueden retirarse con unas pinzas pequeñas cuando son visibles. Esta maniobra se debe realizar con mucho cuidado ya que se puede dañar la piel o la astilla puede introducirse a mayor profundidad.

Evita dejar residuos en la herida (basuritas) para evitar una infección. En caso de que consideres conveniente cubrir la parte afectada, recuerda no apretar demasiado el vendaje. Cámbialo todos los días, a excepción de que tu médico te indique lo contrario. Vigila cómo va sanando para evitar una posible infección. Si tienes dudas, acude a tu médico inmediatamente.

Recuerda que el antiséptico no debe entrar en la hérida para que esta pueda cicatrizar. Si se trata de un niño, mantén la calma, no discutas con él ni lo regañes.

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